Uno de los frentes que mueve la economía del mundo es el sector manufacturero, sin él, muchos de los países más fuertes colapsarían en cuestión de meses. En la transformación de materia prima en un producto terminado participan suministros como la electricidad, el gas, el vapor, el agua caliente y, por supuesto, el aire comprimido industrial.
Un suministro muchas veces menospreciado por ser inocuo, seguro, inodoro, incoloro y aparentemente gratis esconde una ciencia que bien administrada puede ser muy provechosa para las empresas. Primero que todo debemos aclarar que el aire comprimido industrial dista mucho de ser un suministro gratis, en su producción las fábricas invierten cientos de miles de Euros en el consumo energético anual, sin contar con los costos asociados al mantenimiento o la inversión inicial. El compresor industrial es el protagonista del mayor consumo relacionado en el costo del aire comprimido por el consumo energético de este equipo tan necesario en el sector de la producción.
La oferta de compresores industriales es muy amplia actualmente, no solo desde el punto de vista de marcas, calidades, y procedencias. La tecnología ha avanzado de manera que los compresores son cada vez más eficientes, complejos, automatizados y conectados con el mundo digital. La idea es no dejarse tentar por la economía en la inversión inicial, que puede representar menos de un 15% del costo total del aire comprimido a 10 años, el secreto de tener un proceso eficiente de generación de aire comprimido industrial radica en encontrar una selección eficiente de compresores de aire ya que en la energía eléctrica recae por lo menos el 70% de los costos del aire comprimido industrial a largo plazo. Adquirir un compresor ineficiente con un bajo costo de inversión inicial, a la larga, va a representar un mayor importe en comparación con un compresor de menor consumo, aunque su inversión inicial sea mayor.
La calidad de aire comprimido industrial es otra variable relevante a tener en cuenta. El detalle en este aspecto radica en seleccionar y dimensionar los secadores y filtros adecuados para la necesidad de los usuarios finales. Muchas veces nos encontramos plantas que usan la tecnología incorrecta para el secador del aire, por ejemplo, se utilizan secadores de adsorción, que generan bajos puntos de rocío, en plantas en donde no es necesaria una calidad de aire tan exigente lo que redunda en mayores costos de energía e inversión sin necesidad de brindar beneficios adicionales.
La gran conclusión es: el mejor criterio en la toma de decisiones al adquirir un compresor industrial es seleccionar un fabricante que ofrezca una relación a largo plazo en términos del servicio, una selección de equipos adecuada para garantizar la mejor eficiencia posible y los equipos del sistema de tratamiento que aseguren la correcta calidad del aire industrial.